La OIT denuncia que el 90% de los trabajadores domésticos a nivel mundial carece de cobertura social Las condiciones de buena parte de las empleadas del hogar en España han mejorado considerablemente gracias a la reforma legislativa aprobada en el 2011. Al obligar a tener contrato a las personas encargadas de limpiar y cuidar de menores y dependientes a domicilio, fuera cual fuera el tiempo dedicado, la afiliación a la Seguridad Social en este colectivo se ha elevado con fuerza. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicado este lunes, el 69,1% de los trabajadores domésticos –en su inmensa mayoría, mujeres– estaban afiliados al finalizar el 2015, frente al 42,9% de cuatro años antes. Así, en este corto periodo de tiempo se ha pasado de casi 250.000 afiliadas a más de 424.000. Sin embargo, la OIT denuncia que aún tres de cada diez trabajadoras de este sector carecen de cobertura social –y no están contribuyendo, entre otras cuestiones, para recibir una pensión cuando llegue la edad de jubilación–. Además, el organismo internacional reclama una equiparación con otros países para que se implante de forma “inmediata” el derecho a la prestación de desempleo. “No hay ninguna razón”, asegura Joaquín Nieto, director de la Oficina española de la OIT, “que justifique que en España las trabajadoras domésticas sean el único colectivo de trabajadores sin derecho al desempleo”. El porcentaje de afiliación de este tipo de trabajadoras es muy similar al registrado en Francias y supera de largo al de países como Italia, con un sólo 40% que contribuyen a la Seguridad Social. El informe monográfico de la OIT sobre el trabajo doméstico en el mundo denuncia que el 90% de los trabajadores domésticos carece de cobertura social, con la mayoría de esta categoría de empleados concentrados en Latinoamérica y Asia. A nivel mundial, también se trata de un sector muy feminizado ya que las mujeres representan ocho de cada diez trabajadores. Además es una de las ocupaciones con una de las remuneraciones más bajas del mercado laboral. De los 67 millones de trabajadores domésticos existentes, unos 11,5 millones son inmigrantes y, según constata el estudio de la OIT, están sometidos a una “discriminación mayor”. (Noticia extraída de La Vanguardia)]]>