Los empleos que no duran más de 30 días han pasado de suponer el 27% de la contratación en 2007 al 41% en 2014
Cuatro de cada diez contratos laborales realizados el año pasado en Barcelona caducaban a los 30 días o antes. La caída del paro y el aumento de afiliados a la Seguridad Social que la capital catalana registró en 2014 pierden fuerza cuando el foco se aleja de la cantidad y se pone en la calidad: de los 857.321 contratos formalizados, 351.353 no duraban más de un mes. Esta contratación efímera ha ganado peso con la crisis y ya supone el 41% del total, cuando en 2007 no representaba ni el 28%. Mientras los alcaldables aventuran cifras de creación de empleo, miles de personas sobreviven con ocupaciones precarias.
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), aseguró en su primer acto de campaña haber creado 55.000 puestos de trabajo “de calidad” durante los últimos cuatro años. Una cifra que se diluye en los datos presentados este jueves por el Consejo Económico y Social de Barcelona (CESB): la población ocupada descendió en la ciudad de 707.700 a 674.900 personas entre 2010 y 2014.
Es cierto que la tendencia cambió el año pasado y que el mercado laboral de Barcelona comenzó a mostrar síntomas de recuperación. La ciudad cerró el ejercicio con un 7,3% menos de parados que en el anterior, un 2,3% más de cotizantes a la Seguridad Social y un 9,1% más de contratos laborales. “Pero las tasas de temporalidad se están enquistando en todos los sectores y se convertirán en un gran reto”, advirtió el presidente en funciones del CESB, Vicenç Tarrats.
La temporalidad ha arraigado en todas las ramas, siendo la más afectada la de las actividades sanitarias y de servicios sociales. El 96,6% de los 136.733 contratos que este sector firmó el año pasado eran temporales, y solo 4.625 tenían carácter indefinido. Las actividades inmobiliarias fueron las únicas donde hubo cierto equilibrio en la contratación, con un 51,5% de temporalidad. En el resto de gremios, esta no bajó del 75%.
Es difícil determinar el peso de esta dinámica de contratos de corta duración en la disminución de las cifras de desempleo. En Barcelona aún quedan 96.912 personas apuntadas en las listas del paro y la reducción de este número se ha convertido en una bandera que la mayoría de candidatos ha enarbolado desde que iniciara la campaña electoral el pasado viernes. El primero fue Xavier Trias, que prometió la semana pasada crear 100.000 puestos de trabajo si resulta reelegido. El popular Alberto Fernández y el republicano Alfred Bosch no quisieron quedarse atrás y estimaron en 50.000 los empleos que generarían. Más modesto se mostró el socialista Jaume Collboni, con un cálculo de 30.000 .
Los desafíos que le esperan al próximo edil pasan por combatir la cronificación del paro en colectivos como el de los mayores de 45 años, que suponen la mitad de los desocupados de la ciudad. El desempleo de larga duración —que afecta ya al 43% de quienes no tienen trabajo— es otro lastre después de haber crecido un 143% desde 2008.
A esto se suma el drama de que 2014 acabó con dos de cada cinco parados sin ningún tipo de ayuda. Y los que aún cuentan con una cada vez han de apañársela con menos: las prestaciones no contributivas —las de menor cuantía— han pasado de representar el 21,5% del total en 2008 al 44,9% el año pasado.
(Notícia extraída de EL PAÍS)