El Gobierno catalán quiere cambiar los horarios de trabajo para que se parezcan a los del resto de países europeos. La Generalitat recoge una iniciativa que lleva varios años sumando apoyos en la sociedad civil y la incorpora a su agenda política de cara a la siguiente legislatura. La forma de materializarlo será a través de un consejo asesor formado por expertos que ha sido presentado este lunes en el Palau de la Generalitat y que funcionará en 2016.
Artur Mas ha hecho así otro gesto a propuestas procedentes de la sociedad civil. El Consejo asesor para la reforma horaria tendrá un rango alto dentro de la estructura de la Generalitat. El próximo viernes se presentará con un informe ante el Parlament, ya con el beneplácito del presidente. El órgano estará adscrito al departamento de Presidencia y aconsejará al Ejecutivo para legislar sobre políticas que tienen incidencia en la organización del tiempo en el trabajo. Algunas de las ideas señaladas son: extender la jornada intensiva y empezar antes a trabajar, hacer pausas más cortas para comer o incentivar el trabajo desde casa. Todas esas medidas tendrían beneficios en la vida cotidiana para “vivir mejor”, según ha concluido el presidente Mas, que ha hecho hincapié en que el proceso hasta crear este órgano parte “de abajo arriba”.
El presidente ha dejado claro que es consciente de las dificultades que tiene para llevar a cabo la reforma horaria. “Es una materia con una alta complejidad. No es la única, pero merece la pena dedicarle esfuerzos”, ha explicado. Uno de los promotores iniciales de la iniciativa, el activista Fabián Mohedano ha intervenido en el acto advirtiendo de los obstáculos que puede tener la Generalitat para modificar los horarios. Según exdiputado del PSC, hay “tres grados de soberanía” que pueden impedirlo: la individual, que supone que cada trabajador cumpla o no su obligación de llegar a su hora; la de las organizaciones, que atañe a la flexibilidad que tengan las empresas y las administraciones en su política laboral; y la más compleja, la horaria porque la competencia es europea o Estatal. En este último punto Mohedano ha llamado a reflexionar sobre los dos cambios de hora que hay al año en Europa y sobre el uso horario en el territorio catalán.
“Si hay una estructura de Estado previa a las otras es esta”
Salvador Cardús, miembro del consejo asesor para la reforma horaria
Esther Sánchez, otra de las ponentes, ha resumido un informe del Consejo de trabajo económico y social de Cataluña que concluye que la única forma de aplicar los cambios es a través de la negociación colectiva, ya que la competencia de las normativas laborales es estatal. Ante estos inconvenientes, el sociólogo Salvador Cardús, miembro del consejo, ha sido claro y ha apostado por aprovechar las expectativas de cambio político en Cataluña: “Ahora es la hora de cambiar el horario”, ha dicho utilizando uno de los lemas de las entidades soberanistas (Ara és l’hora). “Si hay una estructura de Estado previa a las otras es esta”, ha añadido.
En lo que todos los ponentes han estado de acuerdo es en los beneficios de adoptar horarios europeos. Permitirá a los trabajadores tener más tiempo libre para dedicarlo a la cultura o a actividades humanitarias, romperá barreras de género y eliminará diferencias sociales, han destacado. Estas virtudes, además, podrían extenderse “a otros territorios del Estado Español”, según a explicado Mas, pero solo si “todos los relojes y engranajes se ponen en hora”.