Se analiza el mismo trato fiscal que en los planes de pensiones
Estos trabajos continuarán igual tras el cambio de Gobierno
La Comisión del Pacto de Toledo, aunque no ha entrado a debatir a fondo la recomendación número 1 sobre fuentes de financiación, insiste en la necesidad de aumentar los ingresos de la Seguridad Social. Dentro de las posibilidades que se han barajado, según confirman fuentes parlamentarias, se plantea abrir una vía para que los contribuyentes que lo deseen puedan realizar aportaciones voluntarias que aumenten su base cotizada y mejoren su pensión futura. Para incentivar dichos ingresos extra, en la Comisión se ha hablado de dotar dichas aportaciones con un tratamiento fiscal igual o similar al que disfrutan los planes y fondos de pensiones.
Aunque el triunfo de la moción de censura y la formación de un nuevo Gobierno comandado por Pedro Sánchez abre un impasse de inciertas consecuencias, fuentes del Pacto de Toledo apuntan que los trabajos continuarán al mismo ritmo. En definitiva, remarcan, la composición del arco parlamentario no varía y la composición de la Comisión debería mantenerse igual. Otra cosa es si el Partido Popular y Ciudadanos mantienen sus tesis y la voluntad de llegar a acuerdos.
Nacido en el RETA
La propuesta de aportaciones voluntarias surgió en la Subcomisión del RETA (el sistema de pensiones de los autónomos) a propuesta de las asociaciones de estos trabajadores, aunque cuenta con el favor de la mayoría de los grupos. No obstante, los miembros de la subcomisión consultados por elEconomista puntualizan que de momento están en una fase previa. “Todavía no hemos entrado a discutir propuestas concretas para el RETA”, aclaran.
Lo que sí señalan es que las aportaciones no se limitarían a los autónomos, sino que se extenderían al resto de trabajadores. Varios diputados han matizado, además, que no se entendería que se premiase fiscalmente las aportaciones a los planes y fondos de pensiones privados y no se diera el mismo trato en el sistema público.
Eduardo Abad, secretario general de Upta, afirma que el PSOE se ha mostrado favorable a introducir las aportaciones voluntarias al igual que Podemos y otro grupos parlamentarios con los que se ha reunido la asociación de autónomos. Sin embargo, el compromiso se centra de momento a los autónomos.
El Partido Popular también lo ve con buenos ojos. El ya ex secretario general de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ha mostrado su interés por una idea que podría contribuir a aumentar los ingresos a la Seguridad Social. Al menos, es partidario para los trabajadores por cuenta propia.
En el caso del RETA, sus señorías están en una encrucijada respecto a cómo conseguir que aumenten las cotizaciones de los autónomos, un sistema que como el propio Burgos reconoce es deficitario pues los ingresos por cotizaciones son inferiores al coste de las prestaciones que reciben los autónomos. Una parte de la oposición, con el PSOE y Podemos a la cabeza, siguen la tesis defendida por Upta de que los autónomos coticen en función de sus ingresos reales, aunque estableciendo tramos.
El PP, por su lado, se alinea con la tesis de ATA, de que cada autónomo elija en qué base quiere cotizar. No obstante, Burgos reconoce que el 37% de los autónomos tiene complementos a mínimos, cifra que se reduce al 22% en el Régimen General.
En la Seguridad Social alegan motivos técnicos para no ligar la cotización a los ingresos reales de los autónomos. Sólo la declaración de la Renta podría servir de base para determinar dichos ingresos y, según el secretario de Estado de la Seguridad Social, el sistema no puede permitirse el lujo de retrasar las bases de recaudación a que se produzca la declaración del IRPF. Además, dependería de Hacienda.
En este contexto, las aportaciones voluntarias permitirán que aquellos autónomos que hayan tenido un buen ejercicio se animen a realizar contribuciones extra para completar sus aportaciones del año. En este sentido, se abriría una ventana en los dos o tres primeros meses de cada año para que los cotizantes que lo deseen completen sus aportaciones a la Seguridad Social a cuenta de los beneficios del año anterior.
Una opción que también se alargaría al resto de trabajadores, pues no tendría sentido aceptarlo para unos y no para otros, según fuentes parlamentarias. Sin embargo, equiparar fiscalmente las aportaciones a la Seguridad Social con las de los planes de pensiones supondrá una competencia a las gestoras privadas. En España, la prestación complementaria no acaba de cuajar y está lejos de otros países. En 2006 se tocó el máximo de aportaciones al sistema de fondos y planes privados, con cerca de 4.200 millones de euros. En 2017 se aportaron 2.512 millones de euros.
(Noticia extraída El Economista)