Entran en vigor las nuevas bajas laborales incluidas en la reforma de la ley del aborto aprobada en febrero

Hoy entran en vigor las nuevas bajas laborales incluidas en la reforma de la ley del aborto aprobada en febrero: por interrupción voluntaria o involuntaria del embarazo, el permiso a partir de la semana 39 de gestación y la baja por menstruación incapacitante.

En los tres, el subsidio se percibirá desde el primer día de la baja, a diferencia de otros tipos de incapacidades temporales, donde la retribución empieza a partir del cuarto día.

Los nuevos permisos están limitados a aquellas mujeres con dismenorrea secundaria

Desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) explican a Efe que las personas que podrán acogerse a este último permiso serán limitadas, dado que la norma establece que la baja por menstruaciones incapacitantes solo podrán pedirla pacientes diagnosticadas de dismenorrea secundaria.

Concretamente, la reforma del aborto reconoce por primera vez “la situación de incapacidad derivada de una dismenorrea generada por una patología previamente diagnosticada”, es decir, la existencia de una menstruación dolorosa que no permita la realización de las actividades diarias siempre y cuando haya sido acreditada por un médico y se trate de una “dismenorrea secundaria”.

Este tipo de dismenorrea es aquella asociada a patologías como endometriosis, miomas, adenomiosis u otras dolencias como inflamación pélvica, pólipos endometriales, ovarios poliquísticos o dificultad en la salida de sangre menstrual.

Así lo explica el presidente de la SEGO, Txantón Martínez-Astorquiza, quien señala que entre el 15% y el 20% de las mujeres padecen dismenorrea primaria, es decir, dolor menstrual sin motivo reconocido. “Sospechamos que puede ser causada por un aumento de las prostaglandinas, porque cuando el útero se rompe para expulsar el endometrio duele, por las contracciones que tiene la regla o por el paso de la sangre y el material endometrial, pero no lo sabemos”, concreta.

Estas mujeres se quedarían sin baja, pese a que “muchas veces esa dismenorrea primaria es tan dolorosa o tan incapacitante como las secundarias”, en palabras de Martínez-Astorquiza.

Por esa razón el presidente de SEGO propone que los permisos por menstruación incapacitante las gestione un ginecólogo, que haga las “pruebas pertinentes” a los pacientes que sufran esta dolencia y que, en caso de que estas no mejoren con el tratamiento, pueda ofrecerles el permiso.

En lo que respecta a las bajas tras haberse sometido a una interrupción del embarazo voluntaria o haber sufrido un aborto involuntario, Martínez-Astorquiza apunta que estas ya se estaban concediendo, aunque fuera por contingencias comunes y no específicas.

(Noticia extraída de La Vanguardia)