El titular del juzgado de lo social número 28 de Barcelona obliga a la empresa a readmitir a la trabajadora y a indemnizarla con 6.521 euros por vulneración de derechos fundamentales.
Un juez de Barcelona ha anulado el despido de una trabajadora cuando llevaba meses de baja debido a que sufría lupus, una enfermedad autoinmune que se le detectó en 2015 y que, en los últimos años, le había impedido trabajar en distintas ocasiones.
En su sentencia, el titular del juzgado de lo social número 28 de Barcelona estima la demanda presentada por la trabajadora contra la empresa que la despidió y obliga a ésta a readmitirla y a indemnizarla con 6.521 euros por vulneración de derechos fundamentales.
La mujer, que trabajaba de teleoperadora, fue despedida en mayo del año pasado, por razones disciplinarias, apenas tres meses después de que le dieran la baja debido a las afectaciones que le había provocado el lupus que padecía desde septiembre de 2015, patología que puede llegar a provocar daños graves en distintos órganos del cuerpo.
En su carta de despido, la empresa alegó irregularidades en el trabajo desempeñado por la demandante, pero el juez considera que éstas no fueron suficientemente acreditadas y que debieron ser expuestas con “mayor precisión”.
Por ese motivo, mantiene la sentencia, el despido “no puede ser convalidado” porque, si obedecía a motivos disciplinarios, debía haberse acordado antes de la última baja de la empleada o días después de iniciada.
Oriol Pintos, abogado del Coletivo Ronda que ha representado a la trabajadora, ha destacado la relevancia de esta sentencia, que emana de una doctrina del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que exige reconocer “la voluntad discriminatoria de los despidos que pretenden librarse de trabajadores que, sin estar en situación de discapacidad, tienen dificultades para el ejercicio de su práctica profesional debido a las limitaciones que impone su estado físico o mental”.
(Noticia extraída de Expansión)