El Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha ratificado el despido de un empleado que, deprimido por su divorcio, faltó 19 días en cinco meses a su trabajo sin presentar ninguna justificación, limitándose a enviar whatsApps a su encargado.

“Los mensajes de su superior dándole ánimos para su pronta reincorporación no significan tolerancia empresarial”, dice la sentencia.

El trabajador mantenía un contacto con el encargado para informar de sus dolencias y éste le envió varios mensajes de deseos de una pronta mejoría. “A veces le avisaba antes de la ausencia y otras a posteriori”, apunta José María Muñoz Juárez, abogado que representó a la empresa, quien añade que “la existencia de esta relación y que su superior conociera que estaba atravesando un momento difícil no implican que estuviera exento de aportar justificantes de falta de asistencia”.

“El número de ausencias comunicadas al jefe no pueden calificarse como justificadas y el fallo supone un reproche hacia el trabajador por su despreocupación en cuanto a sus obligaciones laborales”, afirma.

Según la sentencia, el afectado fue tratado de “un estado de ansiedad no especificado, asociado a un proceso de divorcio” y se le otorgó una baja por incapacidad temporal de menos de un mes de duración.

Finalmente, la acumulación de inasistencias y la falta de justificación documental se consideró falta grave. Razonan los magistrados que la normativa laboral es incuestionable y no cabe excusa. “El empleado no aportó justificación alguna de los motivos del abandono del puesto durante esos meses”.

(Noticia extraída de Diario Jurídico)