Los jubilados recibirán a finales de este mes la primera paga de 2015, que será superior a la de 2014. Ello es así porque el Gobierno ha aprobado una revalorización del 0,25% para el conjunto de los pensionistas. Sin embargo, en términos netos, el aumento será superior por el efecto de la rebaja fiscal que ha entrado en vigor este año. Las pensiones tributan como rendimientos del trabajo en el IRPF y, por lo tanto, el tipo de retención que aplica la Seguridad Social se rebajará.
Un jubilado que en 2014 cobrase la pensión media bruta, que ascendió a 1.008 euros al mes, sufría una retención en el IRPF del 7,19% y su paga mensual se quedaba en 935 euros, que equivalen a 13.097,35 euros al año en 14 pagas. Este contribuyente, verá como en 2015 su pensión bruta aumenta un 0,25% hasta los 1.010,52 euros al mes. Es decir, 2,52 euros más cada mes o 35,28 euros más al año. Sin embargo, el efecto de la rebaja del IRPF provoca que la retención para este jubilado baje hasta el 4,7%. Ello significa que la pensión neta mensual alcanzará los 963,03 euros al mes, 27,50 euros más. Así, la retribución neta anual aumentará en 385,01 euros. Dicho de otra forma, el contribuyente que cobra la pensión media obtendrá un 3% más que el año anterior.
El ahorro para las prestaciones más elevadas es menor porque la rebaja del IRPF es más intensa en los tramos bajos. En 2014, la pensión máxima se situó en 2.554,49 euros al mes y, con la revalorización del 0,25%, alcanzará este año los 2.560,88 euros. En este caso, la rebaja del tipo de retención pasa del 20% en 2014 al 19,89% en 2015. Implica un ahorro de 7,95 euros al mes o, dicho de otra forma, la pensión máxima neta aumentará un 0,39%.
La pensión mínima bruta también se incrementará un 0,25%, sin embargo, en este caso, el efecto de la rebaja del IRPF será nulo. Esto es así porque, en 2014, un jubilado de 65 años con cónyuge a cargo cobraba como mínimo 780,9 euros al mes. Un importe tan bajo que estaba exento de tributar en el IRPF y, obviamente, en este caso el beneficio por la reducción del impuesto es inexistente. Así, son las pensiones mínimas las que sufrirán una menor revalorización, que en este caso se limitará al 0,25%. Para el ejemplo propuesto, la pensión aumentará hasta los 782,9 euros, una subida de dos euros mensuales.
(Fuente 5 Días)